MENSAJES

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Desde Soufanieh, Damasco

El 31 de mayo de 1984, fiesta de la Ascensión, Myrna comenzó a exudar aceite por su frente, rostro, cuellos, manos y ojos. Entró en éxtasis y se le apareció Jesús, quien le dio un mensaje:

"Hija mía, Yo soy el Principio y el Fin.
Yo soy la Verdad, la Libertad y la Paz.
Mi paz les doy...
El que no busca la aprobación de la gente, ni teme su desaprobación, recibe la paz verdadera que se realiza en Mí.

Yo soy la Verdad, la Libertad y la Paz

"Vive tu vida serena e independiente. Que las fatigas que soportes por Mí no te desanimen. Antes bien, alégrate. Yo sabré recompensarte. Tus fatigas no se prolongarán, y tus dolores no durarán. Ruega, adora, porque la vida eterna merece esos sufrimientos. Ruega para que se cumpla en ti la voluntad de Dios, y dime:

Bienamado Jesús,
concédeme descansar en Ti
por encima de todas las cosas,
por encima de toda criatura,
por encima de todos tus ángeles,
por encima de toda alabanza,
por encima de toda alegría y exaltación,
por encima de toda gloria y dignidad,
por encima de todo el ejército celestial.
Porque sólo Tú eres el Altísimo,
sólo Tú eres poderoso y bueno
sobre todas las cosas.
Ven a mí y consuélame.
Rompe mis cadenas,
y concédeme la libertad.
Porque sin ti mi alegría es incompleta,
sin ti mi mesa está vacía.

Entonces vendré Yo para decir:
Aquí estoy; vine, porque me invitaste.