TESTIMONIOS

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El regreso de un sacerdote

Un señor aceptó ir a Mediugorie como turista con una peregrinación del océano Índico. No participaba en ninguna actividad de oración, ni iba a misa; él vagaba sólo por el pueblo y por las montañas, alejado de su grupo y tampoco quería ir al encuentro con el P. Jozo. El día de Pentecostés, pasando por Bijakovici con dos personas más, se cruzó con Vicka, la cual sonriendo como es su costumbre, se paró ante él y puso las manos sobre su cabeza con la fuerza que la caracteriza. Estupefacto, nuestro turista se dejaba bendecir sin chistar; él escucha la larga oración que la vidente hace sobre él y hace revivir así en nuestro amigo, la gracia... del sacerdocio: ¡era sacerdote!

Al día siguiente le vimos entre los concelebrantes en la misa de la tarde. Se fue de Mediugorie entusiasmado, con la alegría de un niño que ha encontrado un tesoro.

Un caso de sanación

En nuestro grupo había una señora portuguesa con un niño de 2 años y medio: a los 7 meses le habían encontrado un tumor en el ano, por lo que había sido sometido a 9 operaciones quirúrgicas. A principios del mes pasado los médicos le dieron sólo tres meses de vida como máximo. La madre, en oración al Padre Pío, tuvo la inspiración de llevarlo a Mediugorie donde llegó el día 18 en avión. Todos oraban por aquel niño que parecía muerto. Vicka oró también por él. Se le vieron signos de reanimación, hasta el punto de que el niño por la noche, consiguió subir andando a la colina de la aparición. También la oración que le hizo el P. Jozo había comportado un ulterior beneficio. Al mismo tiempo que el niño era sometido a examen el día 26, su madre corría a Mediugorie a dar gracias: el niño ya no tenía nada y le había desaparecido también la mancha que tenía en el pulmón. El agradecimiento y la alabanza a Jesús y María.