MENSAJES

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Despierten la fe

"Querido pueblo, predilección de mi corazón, consuelo de los numerosos latigazos, consuelo para mi cabeza dolorida, lastimada por las espinas, las espinas agudas del pecado del mundo: sus oraciones son caricias para mi rostro; para mi rostro escupido por los abortos, los divorcios, las violaciones; caricias para mis manos que sostienen el peso del pecado del mundo.

"Algunos de ustedes todavía dudan. ¡Oh! Queridos, no se confundan; no creerían más por poner sus dedos en mis llagas; el corazón endurecido no cree por tocar. Clamen al Cielo el don de la fe. Clámenlo de rodillas, clámenlo reconociendo que lo necesitan. Este don duerme en ustedes. El mundo ardería si despertaran la fe en sus corazones; mi Espíritu profetizaría en todos. Si ustedes despertaran la fe, me reconocerían y en mí al Padre, si ustedes clamaran despertar de su letargo.

"Por la intercesión de mi Madre preocupada por ustedes, pequeñitos, hoy algunos son sanados de profundas enfermedades, de hondas heridas de la historia.

"Pequeño rebaño mío, muchas voces escucharán en estos tiempos; muchas voces se levantarán como si fuera la mía, pero ustedes conocen mi voz y el asesino no podrá entrar en mi rebaño.

"Así como yo, el Pastor de este pueblo, di mi vida por ustedes, así necesito que sostengan la entrega de los pastores, hasta el pequeño rebaño que le ha sido confiado a cada uno.

"Oren insistentemente. El enemigo es un león rugiente, si se duermen los arrebatará.

"Hagan silencio en sus corazones para que mi Palabra hable en ustedes".

(Mensaje carismático
en una comunidad eclesial).