MARÍA Y EL MUNDO

Anterior Siguiente

Mensajes de María en County Mayo

Estamos en agosto de 1993. Cristina, ¿qué le sucederá a la Iglesia en estos tiempos duros por venir?

Cristina Gallagher, vidente de Irlanda

"La Iglesia se deteriorará para su purificación y luego se renovará. Lo que estamos viviendo ahora no es nada comparado con lo que veremos de la declinación y el deterioro de la Iglesia. También veremos el deterioro de la fe y la moral en todos los países del mundo, mucho

más que lo que sucede ahora, aunque uno crea que no puede ser peor. Los desastres que ocurrirán, dijo Jesús, harán que la gente, en lugar de convertirse, maldiga a Dios. La gente se irritará más y, en lugar de acercarse a Dios, caerá más profundamente en el pecado".

De acuerdo con los mensajes de Cristina, parece que se acerca un momento de confusión para la Iglesia. Habrá un momento decisivo. Aparentemente la confusión se centrará alrededor del Papado. Muchos mensajes específicos aluden a esta crisis:

"El poder de la oscuridad cubre de sombras mi Iglesia y el mundo" (1988).
"Muchos de mis hijos, sacerdotes y obispos, han roto su sacramento apostólico" (1988).
"Mi Iglesia será sacudida hasta en sus mismos cimientos" (1988).
"Oración y sacrificio por aquellos que blasfeman contra mi Hijo en la Sede de Pedro. Mi Hijo está rodeado de muchos corazones que están llenos de odio y celos" (1989).
"Hija mía, ora el Padrenuestro siete veces para proteger al Papa Juan Pablo II. Él está en peligro de muchas formas. Muchos de aquellos a quienes él conduce hacia la luz de mi Hijo no siguen sus mandatos. ¡La Iglesia será sacudida!" (1989).
"Ora todos los días por el Papa, por los sacerdotes y los cardenales" (1990).
"Ora cada día por el Vicario de mi Hijo Jesús. Él inicia el Calvario conmigo" (1992).
"Ora por el Vicario de Cristo en la tierra. Él es mi elegido. Nunca has conocido a alguien como él que haya dado todo y que viva en gracia para completar la obra de Cristo en la tierra" (1992).
"Él (el Papa) asciende al Calvario conmigo, el Padre espera su sacrificio" (1993).

El secularismo del mundo penetra en la vida religiosa. El Señor lo advierte en un mensaje: "Hija mía, hay muchos de mis hijos e hijas en la vida religiosa, que sirven en nombre de Dios pero el verdadero Espíritu de Dios no está con ellos. Ellos sólo sirven a Dios falsamente. El ver esto hiere mi corazón. El poder de las tinieblas oscurece a mi Iglesia y al mundo. Hay muchos que se han hecho esclavos de las tinieblas, por medio del dinero y de los placeres del mundo. Yo amo a todos mis hijos. Muchos de ellos lastiman mi corazón. Mi amor está eternamente en el Espíritu de Dios.

Hija mía, la purificación vendrá. Aquellos que han servido a Dios en su Luz no deben temer. Aquellos hijos míos que se perderán para siempre me causan un gran dolor. Las heridas de mi Hijo sangran profusamente. Hija mía, ora y haz más sacrificios al Corazón de mi Hijo. Consuela a mi Hijo con amor. Muchos de mis hijos se han unido a las tinieblas..."

El mundo

"La humanidad nunca se dejó dominar por las obras de Satanás como ahora".

Aunque los mensajes de Cristina nos dicen que se aproxima el más grande período de misericordia que el mundo haya conocido, también coincide con un período de su justicia. Estos mensajes aportan un profundo conocimiento del amor y la misericordia de Dios, pero también de su próxima justicia.

En muchos de los mensajes proféticos dados a Cristina se mencionan los pecados del mundo.
Nuestra Señora llora por el pecado del mundo

El pecado del aborto, nos advierten específicamente, es uno de los tres pecados que lastiman más al corazón de nuestro Señor; junto con el "abuso inmoral de los inocentes y el sacrificio de los inocentes a Satanás". Como la Reina de la Paz confirmó a Cristina:

"El aborto es el pecado más grande contra Dios. Permite que el Diablo trabaje más que nunca". En más de una ocasión, nuestra Señora reveló que por medio del aborto la gente peca contra el Espíritu Santo, porque "la vida viene gracias al Espíritu Santo". Nuestra Señora le explicó, en términos precisos, lo que el Cielo considera del aborto: "Hija mía, mi corazón derrama lágrimas de sangre por la abominación, la muerte de los no nacidos: asesinato, asesinato. ¡Qué castigo caerá sobre mis hijos!

Sobre el fin de estos tiempos, cuando Dios va a purificar y limpiar al mundo del pecado, explica que habrá tres etapas. La primera etapa será cuando el sufrimiento en el mundo se hará más y más grande. Aunque parezca terrible, por ese medio muchas personas serán purificadas. El sufrimiento los lleva hacia Dios por medio de la cruz.

La segunda etapa es cuando nuestra bendita Madre dice: "ora, ora, ora" y cuando Dios permite a nuestra bendita Madre que otorgue gracias al mundo. Mucha gente está cerrada. En esta parte, todos en el mundo entero tomarán conocimiento de la existencia de Dios. Eso significaría que aún la gente que jamás oyó hablar de Dios, llegará a conocerlo. Dios y nuestra bendita Madre van a descargar un depósito de gracia sobre el mundo, por medio del poder del Espíritu Santo. Los corazones se convertirán totalmente. Pero ellos tendrán su libre albedrío para volver atrás a sus formas antiguas del pecado.

La tercera etapa será cuando aquellos que no respondieron al llamado de nuestra Madre, regresen a sus caminos pecaminosos. Dios entonces hará lo que dijo. Su mano caerá sobre el mundo más rápida que el viento. Poco tiempo después de eso, el castigo caerá sobre el mundo.

El nivel más profundo del sufrimiento será el comienzo de la Justicia de Dios. Estas cosas, que son críticas en los acontecimientos del mundo, no serán titulares de los diarios en el tiempo que ocurran. "Una vez se me reveló que se desarrollaban conversaciones secretas, conversaciones subterráneas entre líderes importantes y que había peligro para el mundo de una guerra nuclear entre Rusia y China".

Esta afirmación está refrendada también por mensajes de otros lugares. Así, por ejemplo, la manifestación de Conyers (EE.UU.) dice: "De China vendrá una gran guerra. No confíen en China. No voy a decir nada más" (1/6/93). Y el 13/10/97: "Se los ruego, hijos, no deben seguir ofendiendo a Dios. Vengo para alertarlos seriamente. Una gran guerra vendrá al mundo, mayor que todas las anteriores conocidas por el hombre".