TESTIMONIOS |
• "El 19 de octubre de 1984, el pequeño Gonzalo Miguel Godoy, de 7 años de edad, nacido el 14 de enero de 1977, se encontraba en Pergamino (a 70 km de San Nicolás), cuando presentó los primeros síntomas de un mal que lo derrumbó. Se encontraba postrado, somnoliento, casi sin movilidad. No podía hablar. El 25 de octubre se le realizó una tomografía que mostró evidencias de un tumor cerebral. Una lesión frontal del lado izquierdo presionaba toda esa zona, causando la parálisis del lado derecho. Su madre, María del Valle, se puso en manos de la Virgen y le pidió fuerzas para sobrellevar lo inevitable, ya que el pronóstico era sombrío. En el mejor de los casos, una operación que dejaría al niño disminuido, siempre y cuando no le causara la muerte. La madre se encontraba embarazada de su séptimo hijo. Ya iba por el séptimo mes. Se sentía abrumada por una terrible angustia, y sin embargo, y ante su sorpresa, la invadió una profunda paz interior. El 29 de octubre, el lado derecho del niño estaba totalmente paralizado. Se hallaba acostado, inmóvil, helado, como muerto. Una arteriografía cerebral llevada a cabo ese mismo día, confirmó la gravedad de su estado. Los padres solicitaron que se le administrara la Unción de los enfermos y se le diera la Primera Comunión. Mons. Castagna autorizó este pedido. El 30 de octubre, a las 10:30 de la mañana, el obispo envió a un sacerdote, el P. Ariel David Busso, su canciller. Éste le explicó al niño que iba a recibir a Jesús y lo puso bajo la protección de la Virgen del Rosario de San Nicolás. El niño recibió este "don de Dios" con una gran fuerza interior y con los ojos bien abiertos, contempló la hostia antes de comulgar. Y he aquí que, 45 minutos después, empezaron a notarse señales de mejoría; la parálisis experimentó un notable retroceso, las mejillas del niño recobraron su color y él salió de su letargo. El 1° de noviembre, el tumor disminuyó un 70%, según resultó de una segunda tomografía. La mejoría fue creciendo en los días siguientes y Gonzalo comenzó a leer. El 19 de noviembre de 1984, se le realizó una tercera tomografía. Donde antes estaba el tumor, no queda más que una cicatriz. |
• "Juan Ignacio Cordero Olgouin, de 9 meses, aquejado de meningitis y parálisis cruzada, luego de estar ciego, sordo e inconsciente, y en estado de coma durante nueve días, se despertó al décimo completamente curado, luego de las oraciones que su familia elevó a la Virgen del Rosario de San Nicolás. Las consultas médicas efectuadas posteriormente confirmaron la curación: así consta en la declaración firmada por Celia C. de Ologuin el 24 de noviembre de 1987 (René Laurentin, "María del Rosario de San Nicolás", Ediciones Paulinas, p. 56). • "Entrevisté -dice el P. René Laurentin- a un profesional que estudia científicamente lo de los milagros aquí; algo notable e interesante son los estigmas de Gladys. He visto estigmas de otras personas, pero lo de la señora de Motta es diferente. Uno observa la obra de los pintores y el estigma se ve en la palma de la mano, lo de Gladys se da en la muñeca, en el lugar donde se toma el pulso. Si se perfora en ese sitio, el pulgar se pega a la mano y esto ocurre con Gladys. Cuando el doctor quiere tomar la pierna izquierda, la derecha viene con la otra; forman una unidad y no puede separarlas, como si estuviera el clavo. Son constataciones asombrosas; hay que tener en cuenta que Gladys no conocía nada del Sudario ni nada de estos fenómenos. Ustedes saben que pasan muchos años antes de que la Iglesia admita como reales los milagros; espero que en San Nicolás no pase tanto tiempo (Revista del Santuario de San Nicolás N° 24, mayo de 1990). |
La HOJA DE MARÍA impresa puede ser copiada para entregarse gratuitamente a otras personas que, a su vez, puedan hacer lo mismo. Esta cadena de difusión es un modo de colaborar para que la acción de los mensajes de María pueda llegar a más personas.
La HOJA DE MARÍA impresa es de distribución gratuita y se sostiene con aportes voluntarios. Si desea realizar una colaboración, puede hacerlo en Av. San Juan 2831, Ciudad de Buenos Aires, Argentina, o con cheques a la orden de El Movimiento de la Palabra de Dios.