MENSAJES

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Desde San Nicolás

"El que escucha mi Palabra, será salvo; y el que la practique vivirá por siempre. Los que esperan en Dios, no esperan en vano" (Del Mens. 174 del 15-6-84).

"Sé del proceder de cada hombre; veo su constancia y su debilidad. Pondré mi mano según su proceder" (Del Mens. 550 del 7-5-85).

"En todos los lugares del mundo, donde han sido dados mis mensajes, parecería que se predicó en cementerios, no hubo la respuesta que quiere el Señor. Por eso tu pueblo fue elegido, predica para que tus hermanos respondan al llamado del Señor nuestro Dios. Amén. Amén. Lean Sal 107,35-43" (Mens. 55 del 18-2-84).

"Veo una enorme corona de rosarios blancos. Veo a la Santísima Virgen y me dice: Ves esta corona, porque esto es lo que deseo que hagan, una verdadera corona de rosarios.

"Oración, hija mía, oración, ¡cuántas bocas permanecen aún calladas!, sin conocer siquiera una oración que los acerque al Señor. El Santo Rosario es el arma a la cual le teme el enemigo, es también el refugio de los que buscan alivio a sus pesares y es la puerta para entrar en mi Corazón.

"Gloria al Señor, por la Luz que da al mundo" (Mens. 850 del 10-4-86).

"Glorifiquen al Espíritu Santo, con alegría en el corazón, porque está Vivo hoy y siempre. El Espíritu ha acudido para limpiar con su fuego de Amor a las almas que el maligno trata de impedir que sean purificadas. Nada evitará que la fuerza omnipotente obre en ellas. Del Espíritu procede todo don; en el Espíritu, se halla la Paz, y por el Espíritu se llega al Amor. Amén, amén" (Mens. 1193 del 7-6-87).

El último mensaje: "Hijos míos, los invito a vivir paso a paso mis indicaciones: oren, reparen, confíen. Benditos los que buscan en la oración un refugio para sus almas. Benditos los que reparan las graves ofensas que le son inferidas a mi Hijo. Benditos los que confían en el Amor de esta Madre. Todo aquel que confíe en Dios y en María, estará a salvo. Gloria a Dios. Predícalo" (Mens. 1804 del 11-2-90).