MANIFESTACIONES MARIANAS

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Soufanieh, Damasco (Siria)

El 22 de noviembre de 1982, en un antiguo barrio cristiano de la ciudad de Damasco, a corta distancia de la histórica casa de Ananías (Hch 9,10; donde Saulo se alojó después de su conversión), comenzó lo que se ha llamado "el milagro de Damasco".

Ese día, María Kourbet Al-Akhras, una joven de 18 años a la que llaman Myrna, católica del rito melquita bizantino y casada hacía siete meses con Nicolás Nazzour (ortodoxo griego), mientras oraba por su cuñada enferma

Myrna de Nazzour (18)

junto con otras dos mujeres (una ortodoxa y otra islámica), comenzó a exudar aceite de sus manos. Al imponerle el aceite a la enferma quedó curada de inmediato. Tres días después, la madre de Myrna fue curada de la misma manera.

El 27 de noviembre de 1982, aniversario de la aparición de María bajo la advocación de Medalla Milagrosa a santa Catalina Labouré, una estampita de la Virgen María con el Niño Jesús comenzó a verter aceite.

Tanto era el aceite que fluía, que caía al piso junto a la cama de Nicolás y Myrna. Éste fue a llamar a sus familiares, quienes vinieron y todos comenzaron a rezar. El aceite seguía saliendo de la imagen y en una hora llenó cuatro platos.

Icono exudando aceite

Mientras oraban, el aceite apareció en las manos de Myrna, que entrando en éxtasis, escuchó una voz suave de mujer que le decía: "María, no tengas miedo, estoy contigo. Abre las puertas y no impidas a nadie que me vea"... Desde ese momento las puertas de la casa de Nicolás y Myrna se abrieron para recibir a la gente que se acerca a orar ante la imagen día y noche.

Al día siguiente un sacerdote católico (el P. Elías Zahlaoui, de la parroquia Nuestra Señora de Damasco, en Koussour, quien comenzó a acompañar a Myrna con autorización de su obispo), otros sacerdotes, oficiales de seguridad del gobierno y un médico traído por ellos examinaron a Myrna y la estampita. El patio estaba lleno de gente rezando. Retiraron la imagen del marco y descubrieron que el aceite estaba goteando de la propia estampa. Le pidieron a Myrna que se lavara las manos y que rezara en su presencia; inmediatamente el aceite salió de sus manos. El médico las examinó y reconoció que se trataba de un milagro. Esta materia grasa al cabo de un tiempo se evapora y se seca sola, sin que Myrna sienta la necesidad de lavarse o secarse las manos. De hecho este aceite no ensucia ni mancha.

En la casa de Myrna y Nicolás la gente se agolpaba: miles de personas, católicos, islámicos y ortodoxos, visitaron la imagen que suda aceite.

Miles de personas visitan la imagen

El matrimonio nunca cerró las puertas de su casa. Las autoridades de Damasco adoptaron una actitud de respeto en relación con los eventos de Soufanieh. Los exámenes realizados al aceite por epidermologistas y médicos de diversas nacionalidades han mostrado que parece aceite de oliva de alta calidad combinado con hierbas de las que se utilizan para el óleo sacramental. Está comprobado que el cuerpo humano no puede producirlo.

Casi en la medianoche del 15 de diciembre de 1982, un gran número de personas estaba rezando delante del ícono. Myrna sintió que

algo la impulsaba a ir a la terraza de la casa. Subió y temblando se arrodilló; cerca de 10 personas la siguieron, incluyendo a su esposo y su papá. Cuando levantó los ojos vio a la Santísima Virgen.

La casa de Myrna y Nicolás

Myrna se perturbó tanto que corrió a despertar a su cuñada que vivía allí, gritando: "¡Elena, Elena, la santísima Virgen!". Ésta fue la primera aparición.

El 18 de diciembre a las 23:37 la Virgen regresó y pudo hablarle por primera vez. Cruzando la calle, en la parte alta de un árbol, Myrna vio un globo grande, luminoso, blanco, posado sobre la rama de un árbol. Mientras miraba, la esfera se abrió, partiéndose desde arriba, dividiéndose en dos medias lunas. Cuando las mitades se abrieron, un arco de luz apareció sobre la mitad superior dentro de la cual estaba la Virgen María. Tenía un velo blanco que cubría su cabello y una capa azul. El vestido blanco cubría sus pies y solamente se podían ver sus manos. El vestido y la capa parecían de color blanco y azul claro. En su mano colgaba un largo rosario. María se acercó hasta Myrna. La Virgen habló en árabe clásico y dijo:

"Mis niños:

"Acuérdense de Dios, porque Dios está con nosotros. Ustedes conocen todo y no saben nada. Su conocimiento es un conocimiento imperfecto, pero un día lo sabrán todo como Dios me conoce.

"Hagan el bien a los que les hacen mal, y no traten mal a nadie.

El padre de Myrna suplicó a la Virgen que no los deje sin aceite.

"Yo les di más aceite del que me pidieron y también les daré algo mucho más fuerte que el aceite.

Nuestra Señora de Soufanieh (detalle del icono)


"Arrepiéntanse y crean. Acuérdense de mí cuando estén contentos. Anuncien a mi Hijo, Emmanuel. Quien lo anuncie está salvado. Quien no lo anuncie... su fe es vana.

"Ámense unos a otros. No les pido dar dinero a las Iglesias ni para distribuir a los pobres. Pido amor. Los que dan dinero a los templos y a los pobres, pero no aman, no son nada.

"Visitaré los hogares con más frecuencia, porque quienes van al templo no siempre van a orar. (A partir de octubre de 1983 el aceite empezó a brotar de centenares de estampitas del ícono de Soufanieh, tanto en Damasco como en otros países, cuando la gente empezó a orar delante de ellas).

"No te pido que me construyan una iglesia sino un lugar de peregrinación. (A principios de mayo de 1983 se quitó una piedra del arco de la puerta de entrada para poner en su lugar un ícono de la Virgen, con una palabra de agradecimiento a Jesús).

"Da. No niegues a nadie que pida ayuda".

El 30 de diciembre de 1982, el patriarca ortodoxo griego Ignacio IV Hazim recibió a Nicolás y a Myrna y dio un reconocimiento parcial de lo que estaba sucediendo. El mensaje se leyó en todas las iglesias ortodoxas griegas de Damasco. El patriarca ordenó que la imagen fuera llevada en procesión a la Iglesia de la Santa Cruz que queda muy cerca de la casa de Nicolás. Pero la imagen dejó de derramar aceite, mientras que comenzó a hacerlo una imagen similar en la casa de Myrna. El 21 de febrero, la imagen regresó a la casa de Nicolás. A partir de entonces comienza a acompañar a Myrna y a anotar los mensajes de las apariciones, el P. José Malouli, C.M., sacerdote católico Lazarista del rito romano.

El 25 de noviembre de 1983, Myrna cayó en otro éxtasis y comenzó a mostrar signos de los estigmas.

Estigmas en los pies de Myrna

Su casa estaba llena de sacerdotes de cada una de las diferentes Iglesias cristianas presentes en Damasco: católicos sirios, católicos romanos, católicos rumanos, ortodoxos griegos, ortodoxos sirios... La sangre fluyó de sus manos, pies y costado. Luego cesó. Esto mismo ocurrió el Jueves Santo de 1984 (19 de abril). Las heridas duraron 6 horas y luego se cerraron solas sin cuidado alguno. Los dolores duraron unos días más y luego desaparecieron.

El viernes 7 de setiembre Myrna tuvo otro éxtasis. La Virgen María le confió un secreto. Durante el año, el aceite salió en presencia de personas de todo tipo de vida y de casi todas las religiones. El 4 de noviembre fluyó delante del Pro Nuncio Nicolás Rotunno.

El 3 de marzo de 1985 Nicolás, Myrna, el P. Zahlaoui y el P. Malouli fueron a ver al obispo católico griego en Hauran. Durante ese año Myrna vivió el silencio de Dios y de todos los milagros. Estuvo embarazada y el 15 de octubre de 1986, después de cuatro años y medio de matrimonio, dio a luz a Myriam. Posteriormente, mientras estaban de viaje en California tuvieron a Juan Emanuel (julio 1988).

El Jueves Santo de 1987 (16 de abril), año en que la Pascua se celebró el mismo día en la Iglesia Oriental y en la Iglesia Occidental, Myrna recibió nuevamente los estigmas como una señal de que Dios deseaba la unidad entre las Iglesias. Como fruto de la presencia de la Virgen, sacerdotes católicos, ortodoxos y hasta clero islámico comenzaron a reunirse para rezar juntos. Algunos ortodoxos y católicos se quejaron de estas reuniones en común y quisieron cerrar la casa de las apariciones. Trajeron agentes de la seguridad que tomaron la imagen milagrosa y, en el proceso de investigarla, rasgaron la parte superior de la imagen. Esto es un signo: la imagen está rasgada tal como el Cuerpo Místico, la Iglesia, por causa de las divisiones. La Virgen quiere conversión de nuestros corazones para que con amor traigamos la unidad.

Los mensajes y testimonios se siguen sucediendo desde entonces. La imagen continúa exudando aceite y numerosas personas se reúnen a rezar en la casa de Myrna y Nicolás. Las apariciones se realizan en la víspera de las festividades. Ella recibe los estigmas cada vez que se celebra la Pascua en unidad (Iglesias católica y ortodoxa). El 12 de junio de 1991 el Patriarca de Antioquía Zakka Iwas I, jefe de la Iglesia Universal Siria Ortodoxa, presenta un libro del P. Zahlaoui y dice: "He tenido oportunidad de ver salir el

aceite bendito de la imagen de Nuestra Señora de Soufanieh, así como de las manos

Visita al Patriarca de Antioquía

de Myrna con mis propios ojos, en mi oficina. Doy gracias al Señor por los dones maravillosos con los cuales nos ha gratificado en estos tiempos difíciles. Alabado sea Él por haber puesto en vuestro camino, bajo la égida de la Santísima Virgen, a un laico que se ha encargado de imprimir vuestro libro en árabe para permitir una distribución gratuita... Tengo el firme convencimiento de que este libro reafirmará la fe de los cristianos y confirmará a todos que nuestro Señor Jesucristo está VIVO, por siempre jamás, y que puede seguir obrando milagros, hoy y todos los días, así como obró anteriormente en Palestina, y así como sigue obrando desde hace dos mil años sin interrupción en Su Iglesia". El Sábado Santo de 1990 (14 de abril), después de los estigmas, Cristo le dijo a Myrna:

"Hijos míos,
"ustedes enseñarán a las generaciones la palabra de unidad, de amor y de fe. Yo estoy con ustedes. Pero tú, hija mía, no escucharás mi voz hasta la fiesta
(de Pascua) unificada".