«¡Bendito el hombre que confía en el Señor y en Él tiene puesta su confianza! Es como un árbol plantado al borde del agua, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme cuando llega el calor, y su follaje se mantiene frondoso; no se inquieta en un año de sequía, y nunca deja de dar fruto» (Jeremías 17,7-8).
Los adolescentes del año 1974, y los que se fueron sumando al camino, son hoy los jóvenes y adultos sobre los que el Señor descansa el desarrollo evangelizador y civilizador de la Obra de Dios Padre, nombre secundario de El Movimiento de la Palabra de Dios. Hoy el Movimiento tiene unos 5.500 miembros —de los cuales 80 son consagrados laicos y sacerdotes— agrupados en 425 pequeñas comunidades que se reúnen semanalmente.
En el desarrollo del árbol del Movimiento actualmente se configuran las siguientes seis Ramas:
Está constituida por jóvenes, familias y adultos mayores reunidos en grupos comunitarios de oración y servicio, que forman Centros Pastorales en diversos lugares de las ciudades. Actualmente los centros pastorales se distribuyen en más de 30 diócesis de la Argentina, Paraguay, Ecuador, Perú y Uruguay.
En la vida comunitaria de la Iglesia, estos grupos desarrollan una actividad civilizadora y evangelizadora de los distintos ambientes, mediante cursos, retiros, servicios a parroquias, etc.
También pertenecen a la Rama Pastoral las sub-ramas de:
Matrimonios dedicados a DiosSon matrimonios pertenecientes a comunidades definitivas, que viven el compromiso de buscar, desde la pareja, la santidad como estado de perfección. |
Betania: Consagración particularEstá constituida por hermanas que viven el llamado a la consagración sin vida comunitaria convivencial. |
Nazaret FemeninoConstituido por laicas consagradas que viven en comunidad y están al servicio de la Obra y de la Iglesia en general. |
Nazaret MasculinoConstituido por sacerdotes y laicos consagrados que viven en comunidad al servicio de la Obra y de la Iglesia en general. |
Es una rama de espiritualidad mariana orientada a evangelizar a través de María.
Procura colaborar con la Iglesia desde la atención de parroquias, desarrollando un modelo de parroquia comunitaria y evangelizadora con diversidad de carismas.
Colaboramos en la construcción de una Civilización del Amor a través de diversos emprendimientos.