Nuestra historia

En septiembre de 1973, en un retiro de alumnas de quinto año del colegio Ana María Janer del barrio de Flores (Buenos Aires, Argentina), el Padre Ricardo Mártensen, fundador del Movimiento de la Palabra de Dios, anunció la realidad del Dios vivo del Evangelio y propuso una sencilla experiencia de oración grupal espontánea. Simultáneamente se dio un retiro similar a un grupo de chicas del colegio Hijas de Jesús ubicado en el barrio de Belgrano (Buenos Aires, Argentina). La vivencia tuvo tanta vitalidad que, posteriormente a los retiros, algunas de esas jóvenes comenzaron a reunirse semanalmente para compartir la vida y orar. Esta experiencia, a la que se sumaron muchachos amigos, continuó hasta finalizar el año.  Se reconoce a esta etapa como el tiempo de gestación de la Obra.

En abril de 1974 se propuso realizar un retiro espiritual de Semana Santa en torno a la celebración de la Pascua de Jesús. Participaron unos 80 jóvenes de entre 16 y 18 años que, en esos días, experimentaron la alegría de descubrir al Dios vivo del Evangelio, la gracia de la fraternidad y el impulso misionero que da el Espíritu Santo.

En ese retiro, que se llamó Pascua I, se asentó la oración grupal espontánea abierta al Espíritu Santo, se desplegó el gusto por la alabanza a Dios y se experimentó la alegría de la fraternidad, lo que dejó en aquellos jóvenes un sello de libertad interior, conversión y gozo evangélico. A esta experiencia se la reconoce como la gracia fundacional del Movimiento de la Palabra de Dios

Así, sin que fuera la intención inicial, se constituyeron «los grupos juveniles de oración». Gracias al acompañamiento y tarea pastoral del equipo asesor de ese entonces, conformado por un sacerdote, el padre Ricardo, una laica, Mercedes Guinle (posteriormente co-fundadora, consagrada de la Rama de Nazaret femenino) y una religiosa, Graciela Rodriguez, se describió el proceso de evangelización y maduración personal y comunitario. Aquellos primeros jóvenes, a los que cada año se sumaron otros, en tiempos difíciles para la Iglesia y oscuros en la Argentina, eran preparados para recibir la gracia de un carisma evangelizador y civilizador.

En 1980, Monseñor Jorge Novak recibió al Padre Ricardo en la diócesis de Quilmes, Buenos Aires. Esa fue la puerta abierta para iniciar el  proceso canónico correspondiente a la aprobación de los estatutos que tuvo distintas etapas. En el año 2015, Monseñor Carlos Tissera, firmó el decreto de aprobación del Movimiento de la Palabra de Dios como una Asociación Pública de Fieles en orden a ser Familia Eclesial.